Notas

No importa cuán elegante sea el traje, cuán maravilloso el maquillaje o el peinado; sin el complemento de las flores en el tocado y el bouquet, el atuendo de la novia no está completo.

La elección del ramo de novia no debe tomarse a la ligera, ya un ramo mal elegido puede arruinar el más precioso de los vestidos. Por eso es conveniente, para encontrar este complemento tan fundamental, recibir un buen asesoramiento por parte de profesionales idóneos, quienes conocen todo lo referente al tema. A continuación, algunas pautas que se deben tener en cuenta a la hora de elegir el ramo nupcial:
– El tipo de vestido: con un traje de corte clásico, con cola y velo largo, es ideal un ramo con caída o de cascada. En cambio, las novias con un estilo más moderno pueden animarse a ramos desestructurados, con varas largas combinadas con alguna flor de color contrastante; o bien, pequeñas flores aplicadas a una cartera o sobre. Además, según el color de la tela del vestido, depende también la combinación de colores del ramo.
– El tamaño de la novia: el ramo debe ir en proporción al tamaño de la novia, para no generar contrastes desagradables. Si la novia no tiene demasiada estatura, lo mejor es optar por flores menudas y de formas estilizadas. Si tiene un cuerpo de composición atlética, puede elegir un ramo más voluminoso.
– El tono de piel, ojos y pelo: dependiendo de la tonalidad de la piel, se deben elegir ramos más vivos o de colores más suaves. Las novias de tez morena pueden usar colores más fuertes, como fucsias o amarillos. Si es rubia, el blanco, los tonos pasteles y el azul son perfectos para ella. Para las pelirrojas, lo ideal son los colores rojizos con naranjas, para que vayan a juego con su pelo y creen un efecto único de combinación.
– La época del año de la celebración: para determinar qué especies estarán disponibles y en flor en ese tiempo. Además, los colores de las mismas varían según la luminosidad de cada época; en verano es preferible un ramo donde predomine el color verde, para dar un toque de frescura; en invierno, en cambio, combiene confeccionar el ramo con flores más compactas, para acentuar los tonos.
– La personalidad de la novia: obviamente, la personalidad es un detalle que influye en todo el atuendo de la novia; y el ramo nupcial no es la excepción. Éste debe estar formado, en lo posible, por sus flores favoritas, para que pueda sentirse cómoda, y lucir todo con la mayor seguridad y naturalidad. Si es más bien tímida, puede optar por un pequeño y sencillo bouquet; si es más atrevida y arriesgada, no debe dudar en elegir un ramo moderno, en cuanto a combinaciones y formas de las flores.

Texto: CAROLINA BOADA
Asesoramiento: MARGARITA LANZA